Salas de velación en Medellín: No es un adiós, solo es un hasta luego
El dolor que nos embarga cuando sufrimos la pérdida de un ser querido es casi indescriptible. No paramos de pensar en todos esos momentos de felicidad que compartimos juntos, las travesuras que hacíamos; las veces cuando alguno estaba decaído y justo en ese momento llegaba y con voz de aliento nos hacía sentir mejor, porque para esa persona siempre fue importante nuestro bienestar. En fin, son muchas cosas las que por la mente se nos pasan, y luego regresar y ver su cuerpo allí tendido, es algo triste y es una situación muy común en las salas de velación en Medellín. Sin embargo, no se trata de un adiós, se trata de un simple hasta luego.
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En algún momento de la vida una persona exclamó la siguiente frase: “Nada dura para siempre”. Cuanta verdad hay en esa frase, se podría decir que resume todo, pues así como la vida no es eterna, mis queridos amigos, sepan y entiendan que la muerte tampoco es para siempre.
Quizá el dolor en ese momento no nos deje pensar con detenimiento y a fondo con respecto a lo sucedido, lo cual es completamente entendible, sin embargo, es algo que por naturaleza ya está establecido, así como venimos al mundo así mismo, en algún momento, tenemos que partir. Es realidad dura y a la vez cruel, pero hay que afrontarla.
Sin embargo, no por esto tenemos que pensar todo el tiempo en ello, por el contrario, tenemos que salir y vivir todos los días con optimismo, ver con detenimiento cada uno de los detalles que nos rodean, deleitarnos con los colores y aromas que la naturaleza nos regala, y sobre todo, sonreír, no parar de sonreír nunca independientemente de la situación por la cual estemos pasando, porque la vida en ocasiones trae sus altos y bajos, pero esos momentos bajos tampoco son para siempre.
Siempre tengamos esto presente: La vida es hermosa, es un regalo, es un don; por ello hay que respirar, disfrutar, observar, vivir intensamente.
Funeraria Gómez, un homenaje a la vida.